!Bueno este nuevo capítulo, levantó del anterior!

Considero que nos deja varias reflexiones que suceden en las empresas de tecnología, agencias y startups.

a) Talento

¿De qué sirve tener a los mejores en tu equipo si no aportan valor? Y puede verse desde 2 puntos de vista:

• porque nadie les dice que hacer, encaminar o sacar jugo (labor de la dirección o de los mandos superiores)
• falta de proactivdad de las personas, y estar en la cómoda postura de “cuando me digan que hacer, lo hago” “Como soy chingón, si aquí no me aprovechan, será en otro lugar”

Y muchas veces nos terminamos dando cuenta de estas situaciones, no porque alguien lo descubra, sino porque los estados de cuenta ya no son lo suficiente fuertes para resistir situaciones de crisis, lo que implica evaluar dónde los pesos son más rentables. Y es ahí, que salen estas cosas. ¿Cómo si tenemos a los mejores en X, Y, Z no podemos ir más allá? Y bueno, entre lo que son peras o son manzanas, hay que darle liposucción a la empresa. El riesgo es hacerlo mal, y traerse músculo en lugar de grasa en el intento.

b) Creer que por ser dueño, se puede ser el CEO. No es una cuestión de propiedad, sino de capacidad.

c) Los falsos profetas, o quien cree que con sólo consejos, tips puede hacer que las empresas prosperen.

d) La tentación de recurrir al outsourcing sin tener claros los procesos de trabajo interno, y que sólo el punto de referencia sea el costo.

El outsourcing es poderoso, siempre y cuando se tengan los procesos y controles internos que permitan escalarse a nuevas celúlas. Ahí es donde el proceso se traduce en eficiencia y esta a su vez en optimización de costos.

Y el mejor de todos; cuidado con lo que dices, a quien se lo dices y como se lo dices.

No es malo ser sincero, mientras no se mezcle con imprudencia.

Saludos y nos vemos el domingo.

Manuel de la Torre